

Climatización durante los meses más cálidos
Durante los meses de verano tendemos a utilizar aparatos de aire acondicionado de forma agresiva. Sin embargo, no es recomendable contar con entornos fríos como tal sino con temperaturas que oscilen entre los 24 y 26 grados. Esto además de ayudarnos a ahorrar energía nos a evitará problemas de salud como resfriados. Lo ideal es generar entornos con temperaturas moderadamente refrescantes. Además, para ahorrar nuestro gasto en energía es muy aconsejable programar nuestros aparatos de aire con sistemas de autoclimatización. A partir de ellos podemos hacer que se apaguen de forma automática cuando alcanzan una temperatura determinada. Muchas veces tendemos a encender nuestros aparatos y dejarlos en funcionamiento de forma ininterrumpida, sobre todo por las noches. Normalmente esto pasa porque no somos capaces de detectar cuándo se ha alcanzado la temperatura deseada. Contar con sistemas que nos ayuden a detectar la temperatura que existe dentro de nuestro hogar será muy práctico y esto se verá reflejado en la factura de la luz.
Climatización durante los meses más fríos
Durante los meses de mayor frío la factura se dispara. Sin embargo existen algunas medidas que ayudan a reducir nuestros gastos. Algunas de ellas son: • Revisa tu sistema de calefacción: Antes de ponerlo en funcionamiento lo más recomendable es realizar una revisión. Es muy habitual que los conductos se vean obstruidos por la acumulación de residuos. Si no se limpian adecuadamente con el paso del tiempo la eficiencia del sistema disminuirá considerablemente. Además, para que pueda surtir efecto dentro de una estancia será necesario que el propio radiador invierta más energía y recursos lo cual encarecerá tu factura de la luz. • Opta por un sistema automático: Existen programas de calefacción que nos permiten establecer una temperatura constante (la más recomendable entre 20 y 21 grados). Además, algunos de ellos permiten programar una función llamada "sleep" que de forma automática reduce la temperatura durante la noche para facilitar el sueño. Esto además de ayudarnos a reducir energía, beneficiará a nuestra economía y como no, al medio ambiente. • Optimiza tus recursos: ¿Existen áreas dentro de tu hogar que están inhabitadas durante la mayor parte del tiempo? En ese caso desconecta los radiadores de estas estancias en las que no los necesites. Además para regular el funcionamiento de tus radiadores y fijarlos a una potencia constante lo más recomendable es que instales válvulas termostáticas. Y por supuesto, además de todas estas medidas, es fundamental asegurarnos que nuestra vivienda tenga un buen aislamiento térmico.
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